
Foto encontrada en la red de un 486 clónico.
Servirá para ilustrar un poco lo que fue mi primer PC, hacia 1994.
Yo venía de usar dos trastos muy diferentes, un Amstrad CPC464, que por aquellas fechas ya estaba más muerto que vivo y una Game Boy de primera generación. De todas formas ya había usado los 386 y 486 de mis amigos y estaba convencido de que mi futuro informático estaba en los compatibles. Pode jugar a "Stunts", "Doom" o "Sango Fighter" me había abierto los ojos y me los había dejado como platos. Necesitaba un compatible, así de claro.
La putada es que por precio el PC acabó comprándose en la tienda más tirada y pirata de mi ciudad, y al principio dio bastantes problemas. El interruptor de la torre, por ejemplo, no funcionaba, y los SO venían tan mal configurados que tuve que llamar a un amiguete para que formateara el disco duro y me los volviera a dejar como salidos de fábrica.
El resto de componentes también era barato, barato. Los altavoces, monitor y tarjeta gráfica también son los peores que he tenido, con diferencia. No así el sonido, porque pedí expresamente una Sound Blaster Pro, que terminó siendo una de las primeras SB16 por falta de existencias.
Las características del equipo venían a ser estas:
- Placa madre desconocida, con BIOS de American Megatrends.

Esto mismo veía cada día al arrancar mi PC.
- CPU 486DX2 a 66 Mhz. Ni ventilador traía.
- 8 Mb. de RAM, suficientes de momento aunque terminé poniendo 8 más cuando salió el "Duke Nukem 3D".
- Gráfica SVGA Trident 9400 CXi con 1 Mb. de RAM.

Con diferencia la peor gráfica que he tenido. Lenta y con montones de incompatibilidades. En la tienda tampoco me dieron los drivers, los conseguí por mi cuenta años después.
- Sound Blaster 16 ISA.

Al principio me peleé un poco con los drivers, pero la verdad es que era la mejor pieza del equipo. Incluso la conservé cuando me pasé a los Pentium, y nunca me dio problemas. Algunos juegos, eso sí, tenían la manía de subirme los valores del mezclador por software al máximo. Hasta que me compré unos altavoces decentes y pasé a controlar el volumen por ahí.
- Sistemas operativos: MS-DOS 6.22 (versión de Krypton) y Windows 3.1, ambos piratillas.
Es más, recuerdo que cuando quise tener mis propios discos (para los casos de formateos y demás) pregunté en una tienda ¡y me dejaron copiar los suyos!
También me peleé bastante con ellos, hasta saber un poco cómo iban y a tareas como optimizar la memoria, mantenimiento, instalar drivers y juegos...
- Unidades de disco: HD 425 Mb., unidad de disquetes de 3'5 HD. Más tarde les añadí un CD-ROM Mitsumi de 4X, de los primeros que salieron de esta velocidad.
¿Y a qué jugaba? Pues a los juegos que ya conocía por otros amiguetes: "Stunts", "Doom", a los "Summer" y "Winter Challenge" de Accolade, "Lotus: The Ultimate Challenge"...


Sango Fighter y Lotus, respectivamente


Summer y Winter Challenge, de Accolade.
Más tarde me aficioné a los simuladores de MicroProse, el primero que tuve fue el "B-17 Flying Fortress", pero los que más me gustaron fueron "F-15 Strike Eagle III" y "Gunship 2000".


Gunship 2000 y Stunts, respectivamente
A mis amigos también les gustaban las aventuras gráficas que llegaban traducidas al castellano, y hasta algún juego de rol, pero a mí nunca terminaron de engancharme.
Los juegos los conseguía sobretodo de amiguetes, por boca oreja, que luego se traducía en disquetes comprimidos con ARJ. Había que saber chino para recordar los comandos para comprimir y descomprimir. Y claro, fallaban a menudo los discos o el juego. Por ejemplo, aunque me lo pasaron más veces nunca pude jugar al "Comanche" de Novalogic en mi 486. La culpa creo que era de la gráfica. Y mira que era fardón el juego, pero no había manera.
Más tarde cuando comencé a comprar mis propios juegos solía comprar títulos "budget". Tuve alguna experiencia desagradable con alguno, porque eran juegos viejos y a menudo iban demasiado rápidos apra poderlos jugar en mi 486. Había alguna utilidad para bajar la velocidad pero o no eran muy buenas o no supe utilizarlas bien.
Más tarde me aficioné a dos juegos de estrategia que terminaron consumiéndome demasiado tiempo, "Syndicate" y "UFO: Enemy Unknown". El primero creo que lo descubrí por mí mismo, y el segundo por unos amigos algo frikis de la universidad. Me tuvieron que haber advertido que el "UFO" y el "X-COM: Terror from the Deep", su secuela, enganchaban más que la heroína. El caso es que hasta que me pasé a los Pentium (cosas del "Duke Nukem 3D", que iba a pedales en mi 486 incluso en VGA) y empecé a investigar aquello de los emuladores no eché en falta demasiados juegos.


Syndicate y UFO: Enemy Unknown, el original.
Conste que también usé el potencia del Pentium 150 (overclockeado accidentalmente a 166) para juegos contemporáneos, como "Blood", "Shadow Warrior" o "Strike Commander" (otro de mis simuladores favoritos). Pero para entonces el intentar emular cosas ya empezó a ocupar un porcentaje muy alto de mis horas de ocio, lo que me diferenciaba de muchos de los jugones que conocía entonces.

¿Cómo es posible que Strike Commander siga sin tener un port como Dios manda?
Entre los emuladores a los que dediqué más tiempo estaba un tal WinUAE, la versión 0.8.0.8, pero la verdad es que hasta que empleé "Amiga in a Box" no conseguí emular casi juegos. Me emperraba en poner cuanta más memoria y CPU mejor (esto pasa cuando no conoces el sistema), y claro, pantallita negra o Guru Meditation.
Luego yo mismo empecé a saber lo que me hacía, y WinUAE a evolucionar rápidamente y la cosa mejoró considerablemente.
Con el tiempo me dícuenta de que empleaba WinUAE más que para jugar a juegos de Amiga, para jugar a clásicos que recordaba de mi etapa DOS. Por aquel entonces Windows 9X y luego Windows XP consiguieron que jugarlos se convirtiera en una odisea. Menos mal que empecé a oír sobre DOSBox, así que durante una buena temporada me dediqué igualmente a WinUAE y DOSBox, hasta finalmente dejar casi de lado el Amiga.