Luego estaba el "Heavy Metal", que era ya otra categoría, a caballo entre la simulación y la estrategia.
Heavy Metal (U.S. Gold, 1990)

En principio, "Heavy Metal" era un simulador / arcade donde podías pilotar unos cuantos vehículos. Estaba el tanque pesado, el ligero con capacidad antiaérea y el buggy con armas ligeras.


Lo que pasa es que había algo más. Si superabas determinada puntuación eras "ascendido" y entonces ya podías participar en batallas "reales", moviendo tus unidades desde una pantalla con un mapa táctico. Cuando dos unidades se tocaban, se producía una batalla, y el resultado podía decidirse por estadísticas (o sea, el del garrote más grande ganaba automáticamente) o bien por participación directa del jugador, que era lo más habitual.

Nunca terminé "Heavy Metal". Las multicargas no lo hacían un juego particularmente ágil, y tomadas por separado las fases de vehículos tampoco sobresalían mucho, excepto quizás la del buggy. Pero de alguna manera, tomado todo el conjunto en perspectiva, era un buen juego, y bastante asequible.